Adicción al Messenger

Desde hace ya algunos años que el correo electrónico, el Chat y la comunicación a través de Internet se han popularizado grandemente.
Cuando me compraron mi computadora con conexión a Internet, lo primero que hice fue obtener mi correo electrónico y descargar el Messenger. Durante horas estaba en frente del monitor chateando con compañeros de la escuela, brothers de la Iglesia e incluso con gente desconocida. Fui avanzando en las versiones y descargando las más actuales. Me gustaba mucho conseguir caritas y gestos que expresaran mejor mis emociones. Intercambiaba todo lo que me parecía divertido.
Sin embargo, el problema para mí consistía en el tiempo que dedicaba a estar chateando. Había ocasiones en las que tenía que hacer tarea y al encender la computadora lo primero que hacía era iniciar sesión en el Messenger y después buscar lo que me habían pedido. A veces me dormía hasta las 3 o 4 de la mañana por estar chateando con alguien que tenía tiempo no me encontraba en la red, al otro día no me quería levantar, estaba muy cansado y no rendía al 100% pero nuevamente repetía el círculo y otra vez me quedaba chateando hasta muy noche. Lo peor es que no solamente chateaba por las noches, sino también durante el día. Cualquier pretexto era bueno para conectarme y mi tiempo libre se esfumaba frente al monitor de la computadora.
Es asombroso como una herramienta tan útil pueda convertirse en un estorbo para el cumplimiento de mis responsabilidades, ¿No lo crees?
¿Te ha pasado algo similar?
¿Cuánto tiempo dedicas a estar chateando?
¿Consideras que por estar chateando descuidas otras actividades?
2 comentarios
Anónimo -
Angie -