Democracia ¿En la Iglesia?
La Democracia es la forma de gobierno cuyo poder reside en el pueblo. Las personas de una nación eligen a sus gobernantes a través del voto.
La decisión de la mayoría es la que prevalece y la minoría se sujeta a dicha decisión. La votación es el medio para decidir. Esto en terrenos humanos se considera un gran avance social.
¿Es correcto someter a votación las decisiones dentro de la Iglesia? Voy a dar dos ejemplos.
- En una ocasión dentro de un grupo juvenil se planeó organizar una salida en un día festivo. Había tres opciones diferentes, factibles y aprobadas por los ancianos, así que se sometió a votación para decidir el lugar al que irían. Al final fueron a donde la mayoría quería ir.
- Los jóvenes de una iglesia estaban en desacuerdo con las decisiones tomadas por sus ancianos y creían que las personas que estaban al frente eran incompetentes para estarlo, así que decidieron hacer una votación para elegir otros ancianos que desde su punto de vista tuvieran más capacidad para estar al frente.
En el primer ejemplo se trata de decidir entre tres lugares para convivir, factibles y autorizados por los ancianos.
En el segundo ejemplo se trata de decidir sobre las personas que van a pastorear la grey de Dios. Este asunto es muy delicado a la luz de la Palabra. “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta…” 1 Pedro 13: 17. “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre” Hechos 20: 28
En cuanto a las decisiones dentro de la Iglesia, podemos pensar en normas generales que se deben aplicar tanto al método para decidir como a la decisión misma.
- No se debe contradecir, desobedecer ni torcer ningún principio Bíblico.
- Debe ir de acuerdo al ejemplo que encontramos en la Escritura.
- Debe ser puesto en oración delante de Dios.
- Debe ser respaldado y bendecido por el Señor.
- Debe estar dentro de la voluntad de Dios.
El gobierno de la Iglesia descansa en Jesucristo, pues Él es la cabeza de la Iglesia, “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros” Efesios 4:11.
Recordemos que las decisiones de la mayoría no necesariamente son las mismas que el Señor quiere. Hay asuntos que no deben someterse a votación. Pongamos atención a lo que la voz del Señor nos indica y cumplamos cada uno con nuestra responsabilidad.
Que el Señor nos ayude a decidir (en forma y en esencia), de manera correcta en cada situación.
3 comentarios
Angie -
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