Un Himno de Esperanza
Este himno lo cantamos en mi congregación por lo general en funerales o sepelios, pero pocas veces en otro tipo de reuniones:
Mi Redentor, el Rey de gloria,
Que vive, yo seguro estoy,
Y da coronas de victoria:
A recibir la mía voy
Que permanezca, no pidáis,
Entre el bullicio y el vaivén:
El mundo alegre hoy dejara,
Aún cuando fuere algún Edén;
La cita nada más aguardo,
Que el Rey me diga: Hijo ven.
En mi Señor Jesús confío,
Su sangre habla a mi favor;
Es dueño él de mi albedrío;
Estar con él es lo mejor.
De tanto amor me maravillo
Y no me canso de pensar
Que me libró de mi peligro,
Sufriendo todo en mi lugar.
Consuélome en su larga ausencia
Pensando: Pronto volverá,
Y entonces su gloriosa herencia
A cada fiel Jesús dará.
A mí me gusta mucho cantarlo y constantemente lo estoy tarareando porque me pone a pensar en el hermoso momento en que veré a mi Señor, me encanta la última frase del coro: “La cita nada más aguardo, que el Rey me diga: Hijo ven”
¿Estás preparado para esa cita?